En medio de los diálogos entre Timeo, Critias, Sócrates y Hermócrates encontramos la mención de este mítico lugar, que llega a ponerse como un antecedente para argumentar la importancia de la devoción hacia los dioses después de haberse puesto en duda la verdadera necesidad de reconocerlos por lo logros que han obtenido los hombres.
Es al poner en duda esta temática que surge una antigua historia que sería antes de la Gran Guerra y describen como el gran enemigo de la ciudad de Atenas, fue formada y fortalecida por los dioses y sus habitantes, ellos vivían en una isla con una estructura política, económica y militar casi perfecta, pero con el tiempo aquella soberbia que los hizo sentir por encima de los dioses los hizo caer en el castigo de su desaparición.
Una historia que nos ubica al parecer varias décadas o incluso siglos antes de que se nos platique y por lo tanto no hay manera de corroborar los datos que son proporcionados más que por lo que están relatando y solamente nos dejan en una ubicación saliendo del mar Mediterráneo cruzando las columnas de Hércules, muy probablemente por la ubicación actual de los que son las Islas Canarias.
Y es justamente a partir de este texto que nos lega Platón que la fascinación se comienza dentro de los primeros aventureros, exploradores y buscadores de la historia. Ya en este sentido veremos que para el renacimiento se utilizará el mito como herramienta para exaltar los principios utópicos humanistas de la época y algunas de sus menciones previas serán relacionadas al descubrimiento de América, de ahí iremos hasta la segunda mitad del Siglo XIX, en donde la fascinación comenzará en la ficción y se verá reflejada también en los movimientos esotéricos como un anhelo para alcanzar y aspirar.
Será ya en inicios del Siglo XX que tendremos registro de diversas expediciones en búsqueda de su ubicación y de las reliquias, o ya para ese entonces hasta tecnología que pudieron poseer esta raza avanzada. Sin embargo, así como las ansias de hallarla se encontraban a todo vapor, también las teorías sobre su ubicación exacta, lo que nos llevará a buscar bajo cualquier masa acuática, dentro y fuera del Mediterráneo, en toda la extensión del Atlántico y el Caribe, hasta la hipótesis de su existencia en otro plano dimensional del cual volverá a resurgir.
Aunque son grandes las proezas que se platican sobre la Atlántida en el capítulo de Critias dentro de los Diálogos de Platón, lo que también es cierto es que nunca se mencionó que fueran extraterrestres, o que fueran poseedores y usuarios de tecnologías superiores incluso a las del Siglo XXI, y menos que hayan decidido trasladarse a otro plano o desarrollado un domo para esconderse en las profundidades de los océanos.
Lamentablemente todas estas historias fantásticas surgirán varios cientos de años después deformando el relato original y queriendo llenar vacíos en la historia y también por pérdidas de datos en las traducciones que se realizaban de estos textos.
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