Los Verdaderos Reyes Magos (Santos Reyes)

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Desde hace unas décadas atrás, durante la madrugada del seis de enero, tres personajes se dan cita en millones de hogares católicos para otorgar regalos a los niños. Con ello rememorando año con año el evento bíblico de la llegada de tres reyes, algunos argumentan que magos, desde oriente, para rendir tributo al recién nacido Jesús, hijo de dios.
Melchor, Gaspar y Baltasar, o al menos así los conocemos actualmente a estos supuestos, reyes, o magos, o astrólogos, o paganos, que siguiendo una estrella, después de un largo viaje, llegaron hasta la ciudad de Belem con regalos para el recién nacido Jesús.
A diferencia de algunas costumbres católicas, en esta ocasión sí hallamos una referencia bíblica ante el acontecimiento de la llegada de diversos sujetos que trajeron como regalo oro, mirra e incienso, pero no con tantos detalles como los que conocemos hoy de los Tres Reyes Magos o Santos Reyes.
“Cuando hubo nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos del Oriente llegaron a Jerusalén, y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo».”
Evangelio de Mateo (2, 1-2)
Sería hasta el siglo III que recibieron el título de Reyes, en el siglo V el Papa León I dictaría que eran tres y en el siglo VI recibieron los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar en la Iglesia de San Apolinar Nouvo. A partir de ahí surgirían las descripciones y lugares de origen de cada uno de estos reyes magos:
Melchor: Un anciano de cabellos y barbas blancas, supuesto rey de Nubia y Arabia.
Gaspar: Joven, de cabellos y barba rubia, supuesto rey de Tharsis y Egriseula.
Baltasar: Jóven y de piel negra, supuesto rey de Godolia y Saba


La historia oficial que conocemos actualmente fue realizada en el siglo XIV por Juan de Hidelsheim, un prior carmelita alemán en la Historia Trium Regum (Tres Reyes).
“[…] Y he aquí que la estrella, que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. [...] Entraron en la casa y vieron al niño con María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Evangelio de Mateo (2, 11)
Así hallamos un origen maquillado, y ante todo lleno de simbolismo, como las edades de los tres reyes, la cual representaría las etapas de la vida del hombre; también las regiones conocidas hasta entonces como Europa, Asia y África; o con los regalos como el oro que representaba la realeza, el incienso símbolo de la divinidad y la mirra anunciando la mortalidad; o simplemente el hecho de la llegada de magos, o mejor dicho sabios, que vienen de Oriente, mostrando la aceptación de los paganos por el nuevo mesías y una nueva, única y verdadera religión. Y no olvidemos el número tres representando la Santa Trinidad.
Existen también versiones donde los Magos eran 12 según los armenios, o la versión de un cuarto mago, e incluso maga en otras versiones, Artabán que se quedó en el camino ayudando a la gente y por ello no llegó hasta Belén.
Al mismo tiempo hallamos la historia donde tras las muerte y resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los encontró en Saba, los bautizó y nombró obispos y de ahí tras sus muertes serían enterrados juntos y hoy en día se hallan su supuestas reliquias en la Catedral de Colonia  erguida en nombre de ellos, y el tercer lugar con mayor peregrinación a nivel mundial.
Existe mucho debate con respecto al título de Magos, el cual aparece en la biblia, dado que desde el antiguo testamento se condena a los magos y hechiceros, sin embargo aquí hallamos dos versiones para explicarlo, la primera, la aceptación de los paganos y herejes de la aparición del hijo de dios; y la versión donde se dice que al momento de traducir al latín los evangelios, la palabra sabio transmutó a mago. Donde nuevamente los sabios eran aquellos sacerdotes de oriente que conocían las ciencias de las astronomía.


Hay también la versión basada con la astronomía combinada con grupos de adoración y poseedores de secretos, la Orden de los Custodios de los Tesoros de Adán, quienes supuestamente Adán en el Monte NUD (Paraíso) dictaría la llegada del Mesías anunciada por una estrella de gran tamaño. De ahí surgiría esta Orden quien formada por 12 magos de Persia, generación tras generación, serían vigías de los cielos en espera de la señal cósmica de la gran estrella. Al menos esta es la historia que nos cuenta el Libro de la Caverna de los Tesoros escrito en el Siglo VI.
Por último el documental Zeitgeist quiso dar la explicación de la creación de los Tres Reyes Magos o los Santos Reyes, como parte de un culto antiguo astronómico relacionado a las 3 estrellas del cinturón de orión también conocidas como las Tres Marías o los Tres Reyes. Quienes justamente durante diciembre se encaminan hacia Sirio, y alineándose para el SOLSTICIO de invierno con el Sol, representando el renacimiento del mismo. Pero por más argumentos que tiene, son medias verdades y medias mentiras. Dado que dicha alineación se lleva durante todo el año.
La versión que más me agrada es la historia de la Epifanía, recordar el seis de enero como esa fecha, donde los sabios, meditando, recibieron una señal, un presentimiento, una emoción tan profunda, que los motivó a realizar un viaje épico en búsqueda de un personaje que traería la paz, el amor, la luz, aquel sujeto que representaría la piedra filosofal del espíritu.
¡FELIZ Día de Epifanía!



Salvador Gaviño Romero.


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