Nuevamente Jaime Maussan visitó el Congreso mexicano haciendo de está segunda exposición un espectáculo que va muy lejos de la seriedad que debería tomar la temática. Más allá del fanatismo, tenemos que entender que el fenómenos de objetos voladores no identificados es una realidad cada vez más documentada y que bajo ciertos criterios de autoridades en la temática, estos objetos están desafiando lo que conocemos públicamente en términos de tecnología. Aunque el origen sigue siendo incierto, es importante colocar las posibilidades y poder dar una explicación seria a lo que puede representar un riesgo para nuestra seguridad no solamente en aire sino en tierra.
Algunos ejemplos de países que han tenido o tienen algún tipo de regulación son:
Estados Unidos: En junio de 2021, el gobierno estadounidense publicó un informe sobre los objetos voladores no identificados (ovnis) o fenómenos aéreos no identificados (FANI), en el que reconoció que no tenía explicación para la mayoría de los más de 120 casos reportados por pilotos militares y civiles en las últimas dos décadas. El informe no descartó ni confirmó la posibilidad de actividad extraterrestre, pero sí descartó que se tratara de tecnología estadounidense. El informe fue solicitado por el Congreso en 2020, como parte de un paquete de ayuda por la pandemia, y generó mucha expectativa y especulación entre el público y los medios. El Congreso también ha celebrado audiencias públicas sobre el tema, en las que se ha pedido mayor transparencia y recursos para investigar los FANI, considerados como una potencial amenaza para la seguridad nacional.
En Japón el Ministerio de Defensa es el encargado de recopilar y analizar los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo japonés o que puedan afectar a la seguridad nacional. Estableció en 2020 un equipo especial para estudiar los uap, después de que el gobierno de Estados Unidos publicara un informe sobre el tema. Tiene como funciones recoger los testimonios de los pilotos y el personal de las Fuerzas de Autodefensa que hayan avistado uap, verificar los registros de radar y las imágenes de satélite, y consultar con expertos externos si es necesario. También tiene la tarea de elaborar un manual de actuación para los casos de encuentro con uap, que incluya las medidas de precaución, la forma de comunicarse y la forma de reportar el incidente.
En Chile el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA) es el organismo oficial encargado de recopilar, analizar y difundir los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo chileno o que puedan afectar a la seguridad aérea. El CEFAA depende de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y está conformado por representantes de diversas instituciones públicas y privadas, como la Fuerza Aérea, el Ejército, la Armada, la Policía, la Academia de Ciencias, la Universidad de Chile, entre otras. Tiene como funciones recoger los testimonios de los pilotos, controladores aéreos, operadores de radar y ciudadanos que hayan avistado uap, verificar los registros de radar y las imágenes de satélite, y consultar con expertos nacionales e internacionales si
En Canadá, el Departamento de Defensa Nacional de Canadá (DND) es el encargado de recopilar y analizar los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo canadiense o que puedan afectar a la seguridad nacional, estableció en 2019 un equipo especial para estudiar los uap, después de que el gobierno de Estados Unidos anunciara la creación de una fuerza especial similar. El equipo especial tiene la tarea de elaborar un informe anual sobre los casos de uap, en el que se clasifica el fenómeno según su grado de identificación (identificado, probablemente identificado, insuficientemente identificado o no identificado) y se emiten recomendaciones para mejorar la seguridad aérea.
Francia, El Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) es el organismo encargado de recopilar y analizar los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo francés o que puedan afectar a la seguridad aérea. El CNES cuenta con una unidad especializada llamada GEIPAN (Grupo de Estudio e Información sobre Fenómenos Aeroespaciales No Identificados), que tiene como funciones recoger los testimonios de los testigos, verificar los registros de radar y las imágenes de satélite, y consultar con expertos externos si es necesario. El GEIPAN también tiene la tarea de elaborar un informe técnico sobre cada caso de uap, en el que se clasifica el fenómeno según su grado de identificación (A, B, C o D) y se emiten recomendaciones para mejorar la seguridad aérea. El GEIPAN ha declarado que no tiene evidencia de que los uap sean de origen extraterrestre, pero que no descarta ninguna hipótesis y que mantiene una actitud abierta y científica al respecto. El GEIPAN ha expresado su disposición a cooperar con otros países y organizaciones internacionales que estén interesados en el fenómeno uap. El GEIPAN ha afirmado que divulga la información que obtiene sobre los uap, siempre que no afecte a la seguridad nacional o a la privacidad de las personas involucradas. En su página web se pueden consultar los informes técnicos de los casos de uap, así como videos, fotografías y audios.
Reino Unido: El Ministerio de Defensa del Reino Unido (MOD) fue el encargado de recopilar y analizar los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo británico o que puedan afectar a la seguridad nacional hasta 2009, cuando cerró su unidad dedicada a este tema. El MOD argumentó que no había evidencia de que los uap representaran una amenaza para la defensa del Reino Unido ni de que tuvieran un origen extraterrestre, y que por lo tanto no era necesario seguir investigando el fenómeno. Sin embargo, en 2020, el MOD anunció que reabriría su unidad de uap, después de que el gobierno de Estados Unidos publicara un informe sobre el tema. El MOD dijo que revisaría los informes de uap que reciba de los pilotos, controladores aéreos, operadores de radar y ciudadanos, y que los compartiría con sus aliados, especialmente con Estados Unidos. El MOD también dijo que publicaría algunos de los archivos que tiene sobre los uap, siempre que no afecten a la seguridad nacional o a la privacidad de las personas involucradas.
España: El Ministerio de Defensa de España (MINISDEF) es el encargado de recopilar y analizar los datos sobre los uap que se observan en el espacio aéreo español o que puedan afectar a la seguridad aérea. El MINISDEF cuenta con una unidad especializada llamada Comité Asesor para el Estudio de Fenómenos Aéreos Anómalos (CAEFAA), que tiene como funciones recoger los testimonios de los pilotos, controladores aéreos, operadores de radar y ciudadanos que hayan avistado uap, verificar los registros de radar y las imágenes de satélite.
Los detalles, las teorías y parte del material son puestos sobre la mesa durante el programa.
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