La gran polémica desatada en Gran Bretaña y Europa después del descubrimiento de Carne de Caballo y/o Burro en productos de comida congelada, así cómo en alimentos de venta en establecimientos de comida rápida ha generado reacciones que van desde una verdadera crisis europea, una conspiración internacional, una cortina de humo o simplemente negligencia absoluta del sistema alimentario.
Sin embargo las dos teorías que más peso tienen en este momento se pueden subrayar como la gran Conspiración o complot internacional que mencionaría el Ministro británico de Medio Ambiente, Owen Paterson, o la gran cortina de humo que promulgan diversos analistas y sobretodo amantes de la conspiración, tratando de encubrir la nueva crisis económica que se sucede en la comunidad del euro.
Más allá de conspiraciones o no, esta situación ha puesto en la mira a todas las empresas internacionales que distribuyen productos comestibles de carne de res en los cuales ya se ha investigado dando el resultado de contener resto o presencia de ADN porcino o equino en diversos porcentajes.
Un impacto a empresas como Nestle, Aldi, Findus, Burger King, entre otras que ya están siendo monitoreadas, nos demuestran que las autoridades muchas veces bajan la guardia ante la confianza o simplemente como acto negligente de sus tareas.
Aunque realmente la carne de Burro y de Caballo pueden ser comestibles, es únicamente bajo los estándares de crianza adecuados para la ingesta humana, de lo contrario y como se ha demostrado en los actuales casos, son muestra de un gran peligro para la salud humana por la presencia de la sustancia Bute, y el químico antiflamatoria dañino en los seres humanos el Fenilbutazona, el cual puede conllevar a la muerte.
La conspiración y el análisis siguen puestos sobre la mesa, mientras tanto los invitamos a tener más información en nuestro podcast y videopod y participar en la sección de comentarios a continuación.
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